La almeja fina (Ruditapes decussatus) es la variedad más apreciada desde el punto de vista gastronómico. Tiene un sabor intenso a mar, y además es la que más tiempo permanece viva fuera del agua, lo que facilita su manipulación y comercialización.
Su forma ovalada, y su color es variable dependiendo del color del fondo arenoso donde vive, siendo generalmente marrón claro. Las dos valvas tienen el mismo color y presentan estrías aserradas concéntricas y radiales, muy finas y juntas, que dibujan unas cuadrículas finas.